La operación pañal es más habitual en esta época del año, y ahora que quedan ya pocas semanas de verano, muchas familias intentan esta «intervención» antes de que empiece el frío y los niños empiecen a estar envueltos en varias capas.
Para ayudar a los niños en el camino desde el pañal hasta el inodoro que utilizamos los niños más mayores y los adultos, existen algunos «artilugios» facilitadores, el más conocido de los cuales es el orinal.
Una alternativa al orinal es colocar un reductor en el inodoro que utiliza el resto de la familia para facilitar el uso de los más pequeños.
Los padres en la consulta después de preguntar cuáles son los indicios de que el bebé-niño está preparado para la retirada, suelen preguntar si es mejor para el aprendizaje el orinal o el reductor.
Utilización del orinal en la operación pañal
- Los niños establecen una relación más «personal» con el orinal. Es «suyo» y lo asocian a su propio aprendizaje.
- Es transportable.
- Al ser un artilugio que puede ser similar a un juguete, no le suelen tener «miedo» como sí puede ocurrir con el inodoro.
- Les permite un mejor equilibrio mientras hacen sus necesidades, ya que los pies tocan al suelo y no están colgando.
- Obviamente al finalizar su uso es necesario limpiarlo.
- El orinal fomenta la autonomía porque puede gestionar por sí mismo el momento de sentarse.
- Fuera de casa, pueden echarlo bastante de menos si se han acostumbrado a utilizarlo mientras aprenden.
Utilización del reductor en la operación pañal
- Se produce una adaptación posterior al inodoro más «sencilla».
- Efecto similar al inodoro «normal» que es el que tendrá que utilizar fuera de casa.
- En teoría, solo en teoría, no hay que limpiarlo, aunque esto no siempre es verdad teniendo en cuenta los desequilibrios y los movimientos.
- Los niños se sienten más inestables: el control de las piernas y de la espalda, puede despistarles en controlar los esfínteres, que al final es un control de los mecanismos de contracción y relajación. Puede paliarse al menos en parte con una banqueta o alza.
¿Qué decidir?
La verdad es que unos niños se van a sentir más confiados utilizando el orinal y otros utilizando el reductor, aunque cuando me piden opinión, en mi experiencia creo que es más fácil el aprendizaje con el orinal.
El orinal no es necesario que sea muy sofisticado, hay algunos que son ¡alucinantes! Puedes tenerlo como «objeto decorativo» cuando veas que empieza a tener interés por los asuntos que ocurren en el cuarto de baño o cuando empiezan a verbalizar que se han hecho pipi o caca o directamente lo piden.
En casa usamos el orinal al principio, hasta que ya estuvo bien instituïda la costumbre de ir allí solito a hacer sus necesidades. Luego, como seguía sin alcanzar a «escalar» el váter grande, le compré una pequeña escalera con reductor que encontré en Amazon y eso ha acabado dándole la autonomía que le faltaba, puesto que ya puede hasta tirar de la cadena sin ayuda, mientras que la caca del orinal teníamos que seguir tirándola (y limpiándola) nosotros. Ahora tiene 3’5 años y ya puede ir al baño (en casa) totalmente solo.
Fenomenal!! Gracias por compartir la evolución de tu peque!
Nosotros en los dos casos hemos usado ambos, tanto orinal como reductor, pero eso siempre con banquito para poner los pies y que no le cuelguen.
Es verdad que el orinal les ayuda a poder ir solitos y practicar a bajarse y subirse ropa solos.
Este verano hemos quitado el pañal a nuestra hija de dos años y tres meses y genial, estamos muy contentos.
Gracias por compartir tu experiencia!!