Dra. Amalia Arce

Diario de una mamá pediatra

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De 0 a 3 años: la importancia del vínculo

14/12/2015 por Amalia Arce 10 comentarios

Ser madre o ser padre va a ser una de las experiencias más intensas e importantes de tu vida, que además «casualmente» va a durar toda la vida.
Me podéis oír en estos últimos tiempos hablar sobre la adolescencia, alegando que en realidad lo «fácil» son los primeros años de vida de los niños y lo difícil llega en el momento que yo estoy viviendo. No es cierto. Aunque en cada momento de la crianza de nuestros hijos, la intensidad del momento nos hace percibir lo pasado como más «sencillo» y el futuro como algo que parece que de momento no va con nosotros.

La etapa de 0 a 3 años

La etapa de 0 a 3 años de los niños es preciosa pero también difícil. El cambio de ser una persona o una pareja a incorporar un miniser con todas sus necesidades -que son muchas- es radical y precisa una readaptación que muchas personas no pueden hacer de un día para otro. Se entra de lleno en el mundo de la maternidad y de la paternidad con todas los temas que implican: la educación, los hábitos, los horarios, la alimentación, las rabietas, el sueño -o la falta de él-, etc. No hay manual que pueda englobar todas las cosas que vamos a aprender, y cuando ya parece que empiezas a cogerle en «tranquillo», una etapa se acaba y empieza otra de la que parece que no sabes nada de nuevo….
Los primeros tres años de vida son fundamentales para establecer el vínculo entre padres e hijos. Para los padres van a ser unos cambios cruciales en los que van a ser plenamente conscientes de que han entrado en la vida adulta y de que las mochilas y las responsabilidades se han incrementado como por arte de magia. Para los niños, los primeros 3 años de vida van a constituir un periodo inigualable tanto en el crecimiento somático como en el desarrollo psicomotor, así como en el desarrollo emocional, que se cimenta en la relación con sus padres.

Presencia de la madre, presencia del padre

La presencia de la madre, el padre o de una persona cuyo objetivo vital sea cuidar a ese pequeño va a ser fundamental en la base de todo lo que se va a construir después. Un niño pequeño necesita más que nada a una persona que le proteja, que le cuide, que le respete, que le quiera y que le acaricie, que esté atenta a sus demandas, alguien que sin dudarlo daría la vida por él….
La presencia de los adultos que quieren y protegen a un niño va a dar a esa personita una seguridad y una confianza que le va a durar toda la vida. Aunque solemos pensar en nuestra biografía como una sucesión de momentos brillantes, la realidad es que los pequeños momentos van a ser en realidad los más importantes de nuestra vida. Y no las grandes lecciones o los grandes sucesos. Ese acompañar al bebé en lo fundamental, en acariciarlo y en consolarlo, en hacerle saber con gestos que nos tiene a su lado sí o sí, independientemente de que estemos a medio dormir, de que la angustia o la culpa nos devoren o de que las fuerzas nos flaqueen más a menudo de lo que queremos.

¿Los bebés se acostumbran a los brazos?

Los padres en la consulta, especialmente ante niños más intensos, preguntan con frecuencia si deben dejarlos llorar, si se van a «acostumbrar» a los brazos. La etapa de 0 a 3 años es para cogerlos, para abrazarlos, para tenerlos encima, para «mimarlos». Es así porque es necesario. Y es así porque si no pensamos demasiado y nos dejamos guiar por lo que nos pide el cuerpo, es lo que en realidad queremos hacer. Llamadle instinto o como queráis. Pero hacedle caso.
La presencia consciente, dejando otras cosas para otros momentos, sabiendo a veces que la vida laboral puede esperar unos meses para volver a su ritmo frenético (al igual que el «running» o las quedadas con los amigos) me parece primordial. Y no entenderlo así es el origen de muchas neurosis y de no pocas discusiones -e incluso separaciones- de parejas que habían estado bien avenidas.
La vida ya nunca volverá a ser como antes. Tratar de sacar lo mejor de ti mismo en este momento -por duro que sea- y saber que eso que «sacas» va a ser el «abono» para el crecimiento de la personalidad y de toda una nueva vida debería ser un revulsivo tremendo.
Y por cierto: tres años pasan volando.

 

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Archivado en: Destacada, Maternidad en primera persona Etiquetado como: adolescencia, apego, bebé, crianza, crianza con apego, desarrollo psicomotor, emociones, maternidad, paternidad, vínculo paterno-filial

Comentarios

  1. Anónimo dice

    14/12/2015 en 23:18

    Totalmente de acuerdo Amalia.Genial post!!!

    Responder
  2. Anónimo dice

    14/12/2015 en 23:24

    Precioso el post de hoy. Me has tocado la fibra sensible y me has hecho reflexionar.
    Con una peque de casi dos años (por cierto, paciente tuya 😉 ) demasiadas veces en la vorágine del día a día nos olvidamos que estamos viviendo un momento único e irrepetible.
    Felicidades por el blog.

    Responder
  3. Anónimo dice

    15/12/2015 en 08:13

    Ay las etapas! lo desconocido nos da miedo. A mi ahora tener bebes me parece coser y cantar, si fuera mas joven tendria unos 2 o 3 mas 🙂 pero me agobia pensar en lo que me espera con una hija pre-adolescente. Y ahora ya entiendo a las abuelas porque con los nietos finalmente pueden DISFRUTAR de un bebe.
    Sobre coger a los bebes, a mi me gusta decir que ni carro ni brazos, sino espalda. Como se ha hecho de toda la vida. Un bebe necesita contacto fisico, y la madre necesita sus manos, no puede estar 2 an~os sin utilizar los brazos, para eso se invento llevar a los bebes a la espalda (o en el pecho) Las mujeres antes trabajaban con los bebes a la espalda, si los soltaban era para ponerlos en una mecedora! no en una cuna fija, a quien se le ocurrio semejante idea, el que invento las cunas estas modernas no sabe lo que es un bebe.. Solo los aristocratas podian permitirse no llevarlos, pero no para ponerlos en una cuna y dejarlos llorando sino porque tenian quien los cogiera cuando lloraban.

    Responder
  4. Limonerías dice

    15/12/2015 en 08:28

    Totalmente de acuerdo. Y qué bien que lo digas, que a estas alturas ya nadie debería tener dudas de si es malo que los bebés se acostumbren a estar en brazos. Ya nacen acostumbrados a ser llevados y mecidos, lo malo es que se desacostumbren demasiado pronto…

    Responder
  5. Anónimo dice

    15/12/2015 en 10:17

    Ole ole y ole
    Sin más
    D.

    Responder
  6. Educacion emocional dice

    15/12/2015 en 15:01

    Efectivamente los tres primeros años son los más importantes de toda nuestra vida. Tanto, que condicionarán nuestra vida futura a medio y largo plazo. Por eso, todos los esfuerzos son pocos, porque todos ellos se verán recompensados. Nuestros hijos merecen un vínculo sano, seguro, incondicional, nuestro cariño. Y no solo lo merecen, sino que lo necesitan.

    Responder
  7. Elsa dice

    18/12/2015 en 10:10

    Hola Nieves!! Aquí te habla una mamá de mellizos que ya tienen 13 meses… y sí se pueden criar en brazos, pero es distinto cuando son dos… En mi caso siempre tengo otro adulto cerca, el papá los dos primeros meses enteros, decidimos que él no trabajaría ese tiempo, después, contratamos una chica por las mañanas y el papá no trabajaba por las tardes… y siempre se puede recurrir a cualquier adulto que tengas a mano (madres, padres, suegros, cuñados, sobrinos mayores, etc…) para que estén contigo y los bebés, en especial mientras sean pequeñitos, así siempre te asegurarás de que en cuanto llore uno, si tienes al otro, habrá alguien para atenderlo, no serás tu, pero ellos saben que estás ahí y estás cerca… Deja tu ego de lado, si lo tienes, y pide toda la ayuda que necesitas por el bien de ellos… yo a día de hoy me puedo quedar sola con ellos en casa sin problema, pero aún no salgo sola con los dos pq no quiero que ante cualquier adversidad me vea no pudiendo atender a los dos como merecen. Ánimo que lo harás genial!!!

    Responder
  8. Andreina dice

    11/01/2017 en 05:05

    Hola! Tengo un bb de 2 años pero presentó muchos problemas para dormirse desde que nació. Aún cuando cumplió un año comía pecho cada 4 horas!! Todo el mundo me decía que estaba mal acostumbrado!. Entenderán que mi cansancio no era normal e incluso hasta contraproducente pues mi humor era terrible. Mi esposo trabaja y no ayuda con el niño en sus necesidades basicas (si hace otras cosas como jugar) yo estoy sola con el niño todo el día y noche y si, muchas veces tuve que dejarlo llorar para poder descansar y reestablecerme. Adicionalmente mi columna me estaba matando del dolor por tanto cargarlo (siempre ha sido un niño grande y pesado). Mi punto es, a veces hay que dejarlos llorar y punto! Sorry!

    Responder
  9. Jennifer dice

    25/01/2017 en 20:15

    Me encantó tu post no te conozco pero.es cierto uai hija tiene 5 años y me llena de besos y yo a ella aunk soy un poco fría le digo todos los días y a cada rato cuanto la amo y ella en un momento del día o varios viene y me dice te amo mami y semestre hace un nudo de alegría hay veces k flaquwp y quiero tirar la toalla xk somos ella y yo antes el mundo pero la miro y sigo adelante. Bendiciones.

    Responder
  10. Emma Valero dice

    13/07/2017 en 11:43

    Ya te digo, si pasan volando… !!!! ❤

    Responder

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