
Las noticias relacionadas con la alimentación en realidad siempre nos están bombardeando: desde las vacas locas a los pepinos alemanes, periódicamente saltan noticias a la prensa para su difusión y en algunas ocasiones se genera una alarma social intensa. Otras veces, el fenómeno es contrario y se alaban ciertos alimentos o sus componentes hasta la saciedad, con cierto regusto comercial en no pocas circunstancias.
Con el pescado azul y algunos de los componentes parece que se ha pasado del amor al odio. Nos han hablado de los ácidos grasos omega 3 -presentes precisamente en este tipo de pescado- hasta el aburrimiento y los han añadido a miles de productos. De esta forma ha parecido que si no incluías el dichoso omega 3 en alguna parte de tu cesta de la compra tu alimentación no era del todo saludable.
El motivo para estas nuevas recomendaciones es que el pescado azul y en especial las piezas de mayor tamaño como son el pez espada, el atún o el bonito, tienen cantidades no despreciables de mercurio, debido a la contaminación creciente de los océanos. El mercurio es un metal que genera toxicidad por acúmulo, en especial en el sistema nervioso central y en el riñón y que es difícilmente eliminable del organismo, como ocurre con otros metales como el plomo.
La exposición al mercurio a través de la dieta es motivo de preocupación creciente, especialmente en las personas más vulnerables como son los niños y las mujeres gestantes o que están lactando. Por tanto se impone buscar el equilibrio entre el riesgo toxicológico y el beneficio nutricional de los alimentos. Así el resumen sería que por ejemplo de pez espada en los niños habría que restringir el consumo a 25 gramos a la semana (50 gramos en los adultos). El comunicado que hace la Asociación Española de Pediatría a través de un grupo de expertos se puede leer aquí y en este otro enlace el informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Creo que después de lo que hemos llegado a jugar los de mi generación con las bolitas de mercurio de los termométros cuando se rompían -situación harto frecuente-, creo que no nos conviene volver a probar el pez espada en la vida.
Cambiando de tercio, vale la pena añadir que con la añoranza de los termómetros de mercurio se me está ocurriendo otro post….
Además de lo interesante de la entrada, me has hecho sonreir con lo de las bolitas de mercurio de los termómetros. Estoy contigo en que no deberíamos volver a probar el pescado azul en la vida.
Un saludo!
Ya hace años que se habla del tema y es lógico que los animales que están más arriba en la cadena trófica y viven muchos años acumulen cantidades ingentes de metales pesados.
Es una pena, quizá les sirva a los pobres atunes y peces espada para evitar tanta sobreexplotación y con nuestros miedos puedan recuperarse un poco.
De todas maneras no se acaba el mundo del pescado azul, en casa comemos boquerones muy a menudo, también está la opción de la caballa y la sardina, aunque ésta última les cuesta más a los niños por la infinidad de pequeñas espinas, inofensivas en su mayoría por lo pequeñas pero desagradables al paladar.
Pues los acidos grasos Omega3 se obtienen de los intestnos de las sardinas para añadirlos luego a la leche que los lleve.
por otro lado no se sabe cuanto mercurio cabe en un atún ni cuantos atunes de 500 kilos tienes que comerte antes de convertirte en el Terminator 2, quel que se recomponía solo.
O cuanto mercurio tiene la carne humana que, obviamente, no es apta para el consumo (como no sea cruda y en vivo).
Me gustaria que Sanidad mantuviese un major y mayor rigor científico en su ocasionalea admoniciones anunciando el fin de los tiempos…
Yo por supuesto que voy a hacer caso. Ya nos ocultan demasiadas cosas (como las grandes cantidades de pesticidas que llevan las fresas y otras frutas que, además, comemos sin pelar), las hormonas de ciertos animales de granja que pueden hasta provocar cáncer…¡como para no hacer caso a lo poquito que se dignan a decirnos! Cuando nos dicen algo así, es que es grave la cosa…
Un post sobre termómetros será bienvenido… ¿por qué cada termómetro digital marca una temperatura diferente?
Dentro de poco no habrá este problema, porque animales como el atún acabará desapareciendo, por culpa del capricho de las personas.
Se puede vivir sin comer animales.
Si no comemos animales, los dejamos vivir, y nos ahorramos estos problemas.
y las amalgamas de mercurio???
que??
Esas que nos ponian los dentistas tan alegremente con su alta titulación.
Se eso sanidad no dice ni muuuu.
No digo que no sea cierto, pero es que llevamos toda la vida comiendo estos pescados como si nada. Parece que pasamos muy fácilmente de ensalzar un alimento a luego quitarlo de nuestra dieta, se me ocurre por ejemplo el huevo, que ha pasado por todas las recomendaciones posibles.
Sobre los termómetros, a mi se me ha roto ya varios en casa, según algunos esto debe de ser Chernobil. A mi me parece un poco tontuna, como tu dices, anda que no he jugado yo con las bolitas cuando se rompía alguno en casa de mis padres.
En fin, que estas cosas está muy bien saberlas y tomar las precauciones adecuadas pero con tranquilidad. Mi hijo ya ha comido pez espada en varias ocasiones y, bueno, no le veo muy mal 😉
Gracias por el post, muy útil.