Diario de una mamá pediatra
Médico pediatra de formación y ejercicio, llevo desde el año 1999 visitando a los niños y a sus familias.
En el año 2009 empiezo a investigar y aprender en el mundo digital aplicado a la salud, incrementando mi experiencia en el uso de las redes sociales, el márketing digital y la agilización de procesos gracias a las nuevas tecnologías, así como su impacto en la gestión sanitaria.
Mi consulta de Pediatría está en Món Pediàtric en Poblenou. Visito en diferentes franjas horarias, a horas convenidas. Contacta en el 93.823.55.82 para concertar tu cita.
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11 noviembre – 4ª Trobada Pediàtrica Solidària Fundació Hospital de Nens de Barcelona. Presentación: «Mitos y leyendas en Pediatría».
16 noviembre – Consultorio Suavinex en las redes sociales
18 noviembre – Crianza entre pantallas. Sesión para familias en el Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Social. Casal Cívic Ca n’Aurell. Plaça del Tint, 4. Terrassa.
16 enero 2018 – TIC para pediatras. Sesión Servicio de Pediatría Hospital Joan XXIII
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Yo creo que es por la textura y las espinas, porque aunque sea pescado limpio, siempre acabas encontrando alguna. Y como es más blando, a algunos niños (y mayores) les da asco.
Un beso
Mi hija de cuatro años se come el pescado que le ponen en el comedor escolar y en cambio, no prueba el de casa. El otro día conseguí que comiera lenguado y lo viví como una gran victoria! Y no será por falta de ejemplo porque tanto a su padre como a mí nos gusta el pescado y comemos varias veces por semana.
Por las espinas! es dificil de comer y (para mi) dificil de preparar…confieso que comemos poco pescado porque no se cocinarlo bien, por eso siempre que salimos como pescado.
Los entiendo. Sólo me gusta el pescado bien cocinado y eso no siempre es tan sencillo como hacer un filete de pechuga de pollo a la plancha, que siempre sabe bien. De niña si no era con tomate frito, me costaba comérmelo muchísimo. Ahora lo como, pero rara vez es por gusto (salvo la trucha)
Si en mi casa le pone cara al pescado la nena, sin duda es por su padre, que no mantiene la boca cerrada!!! Normalmente, de más pequeñita se lo comía rápido y sin rechistar, mucho más fácil que la carne que casi siempre hace bola. Ahora también se lo come, pero protestando como su padre, claro. Eso sí, ha decidido que su favorito es el bacalao ¡ole!
Ciao,
a la mia que aún es pequeña y cándida, 2 años y 8 meses, y aún la podemos engañar, diciendole que es pollo, y tenemos un aliado….el ketchup que disimula el sabor.
Ya sé que no es lo más ideal, pero así se come lenguado todas las semanas.
Me encanta tu blog, es muy interesante y didáctico.Un saludo desde Valencia
Mi hijo come pescado feliz!!! el problema lo tengo es con los vegetales! ni un solo bocado logro que coma 🙁
Este fin de semana comio 3 cucharadas de frijoles que dejo de comer hara 2 años y es un avance jejeje y tiene 4 años.
Yo no sé si es porque lo hemos hecho bien o por suerte pero nuestro hijo de tres y medio come de todo y en casa ponemos pescado 3/4 veces a la semana tanto de blanco como de azul, tampoco tenemos problema con la verdura. Desde que empezamos con las papillas, le hemos hecho mil mezclas de pescados y verduras y luego ha comido en la mesa siempre lo mismo que nosotros. Los únicos pescados que evito son los excesivamente espinosos como las sardinas o jureles, pero del resto no hace ascos a nada.
Hay muchas maneras de prepararlo para que no canse además del típico rebozado o a la plancha. Se puede poner con salsa de tomate (casero si puede ser) o con una bechamel con o sin cebolla o con samfaina o pisto…
Creo que es importante el ejemplo que den los padres y el que no se ofrezcan alternativas, aunque supongo que no siempre funciona con todos los niños.
Supongo que será por las espinas y el sabor fuertecillo de algunos de ellos. En mi casa siempre se ha comido bastante pescado y mis padres no "prestaban excesiva atención" a si la nena comía o no pescado. Es cierto que hay que saber cocinarlo bien y no caer en la monotonía, en muchas casas se hacen siempre las mismas recetas y eso aburre hasta al más comilón.