Dra. Amalia Arce

Diario de una mamá pediatra

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Memoria fotográfica (o no) e hiperfrecuentadores

03/12/2010 por Amalia Arce 11 comentarios

Lo bueno o lo malo -según el cristal con que se mire- de trabajar exclusivamente en Urgencias es que los pacientes no se repiten, o se repiten poco. Con algunos, que son encantadores o que te llegan al alma, muchas veces la relación me parece corta y a veces pienso que me gustaría continuar siendo su pediatra y a ellos les gustaría igualmente que lo fuera y sin embargo con otros, piensas en lo santa que debe ser la persona que se encarga de la salud infantil familiar.

Sin embargo, después de llevar un tiempo en un servicio de urgencias, hay personas a las que visitas más de una vez. A veces es casualidad, somos un montón de médicos trabajando y las dos veces que ha venido lo has visitado tú. Otra veces, simplemente es una cuestión de probabilidad, contra más visitas tenga registradas, más fácil es volver a coincidir.

En algunos casos reconozco fácilmente a las familias o a los niños y recuerdo detalles de visitas anteriores y soy capaz incluso de preguntar algo relacionado con la otra ocasión. Las familias se sienten mucho más acogidas si les recuerdas, supongo que porque sienten que la visita es más personalizada. Otras veces son ellos los que me recuerdan que unos meses antes le diagnostiqué tal o cual cosa. En otras ocasiones, sé que los he visitado por el reporte de los antecedentes patológicos (se recuperan automáticamente en nuestro programa informático) y reconozco mi forma de escribir por ejemplo los antecedentes perinatológicos.

En cualquier caso, hay pacientes a los que conoce todo el personal, médicos y enfermeras, porque en múltiples ocasiones se coincide con ellos, y éstos son la mayoría de los hiperfrecuentadores. Hay dos tipos de hiperfrecuentadores: unos que lo necesitan y otros en los que las que necesitan la visita son sus madres. Uno de los problemas que creo que tienen estos últimos, es que muchas veces los juzgamos antes de tiempo. Solamente al advertir su nombre en la pantalla, ya piensas que será lo de siempre (la mayoría de veces, poca cosa). Y un día puede pasar como en el cuento de Pedro y el lobo. Y eso sin contar con la yatrogenia. Los hiperfrecuentadores obligados son aquéllos que por su patología de base, no tienen más remedio que consultar con frecuencia por descompensación de su problema, y a estos pacientes también es útil reconocerlos para intentar adelantarte a su evolución natural.

Hace pocos días, vi en la pantalla del ordenador a uno de nuestros hiperfrecuentadores cuya madre necesita venir cada semana para que le confirmemos que su hijo está sano. Es una madre muy especial, muy demandante y en ocasiones un pelín maleducada con el personal. Hace unos meses, un día me puse fuerte con ella y le intenté hacer entender que la hiperfrecuentación no es lo mejor para su hijo ni para ningún niño (ni ninguna persona). Durante esos minutos de la visita, al principio se molestó, luego creo que reflexionó un poco y al final casi se despidió agradecida. Las enfermeras luego me han dicho que desde entonces ha moderado un poco su discurso. Aunque francamente, el hecho de que siga viniendo para mí significa que mis palabras sirvieron de poco.

Me lo pasaron al box. Y por primera vez vi al padre de la criatura. La madre no venía en esta ocasión para nuestra sorpresa. Después de explorar al niño y comprobar por enésima vez que tenía unos pocos mocos y nada más, le di al padre las indicaciones acordes a estos casos.

A lo que el padre me dice:

– Perfecto, ¿y no le va a recetar nada?

A lo que no me pude contener y le dije:

– Mire, este tema ya lo he hablado en otras ocasiones con su mujer….el niño no necesita más medicinas ni tantas visitas médicas…

El padre se puso colorado como un tomate, supongo que se sorprendió de que conociera al niño teniendo en cuenta que visitamos a 400 niños ese día, emitió una sonrisa medio abortada y me confesó:

– Si ya lo sé….pero es que «me ha mandado» a mí para que os pidiera un jarabe…

No sé si al llegar a casa tuvieron una discusión por este tema. Pero ojalá el señor entendiera el mensaje y ponga un poco de «seny» a las consultas médicas de su hijo.

PD: Buen fin de semana (laaaargo). A mí me tocan unas cuantas guardias, ya os iré contando.

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Archivado en: Urgencias de Pediatría Etiquetado como: consulta, hiperfrecuentación, mala educación, medicamentos, Urgencias, visita, yatrogenia

Comentarios

  1. ainhoa dice

    03/12/2010 en 09:14

    Entiendo tu postura y tienes toda la razon pero ya sabes que las madres, y sobre todo las primerizas, no atendemos a razones. Te digo esto por propia experiencia…en las pocas ocasiones que he ido a urgencias he ido mas bien avergonzada por molestar con algo que quizas no era urgente pero el no saber con un niño pequeño a mi me angustia muchisimo…me temo que soy de las madres que necesitan la visita…eso si intento ser educada, no pido medicinas (pq no me gusta darselas si puedo evitarlo) y entro con la disculpa por delante…un beso

    Responder
  2. Mi mundo es sonido dice

    03/12/2010 en 09:55

    Joer es que no hay cosa que más me molesta que ver a alguien en el médico y sobre todo en urgencias ¡¡cuando no lo necesita!!
    yo, obligada por mi médico de cabecera debido a nuestro sistema sanitario, tuve que ir urgencias al hospital de valdemoro para que desde allí me mandase a genética de la Fundación Jiménez Díaz (no había una manera directa de mandarme desde mi centro de salud.. viva esperanza aguirre y sus maravillosos hospitales nuevos en madrid..ejem..) ya que están especializados en eso, y el hospital de Valdemoro es tan reciente que según mi médico "me iba a freír a pruebas y no iban a indagar más en nuestro problema familiar" (sindrome de Lynch tipo II)Y ME MORÍA DE VERGÜENZA…
    pero veía gente por ahí.. que tenía algo de fiebre.. o por ejmpl una mujer mayor que llevando toda la puñetera semana con el ojo mal porque la habían operado.. va justamente Y SE va un viernes noche al hospital.. SEÑORA VAYASE AL CENTRO DE SALUD POR DIOS!
    Comprendo (y ya me veré en la situación) que cuando se trata de niños, toda prevención es poca, y la histeria colectiva y familiar hace mucha presión en los padres, pero es que al ir simplemente al hospital, se coge más de lo que llevaba en principio! y exponer de esa manera a los niños no me parece ni responsable ni lógico.

    Responder
  3. Anónimo dice

    03/12/2010 en 09:59

    La verdad es que yo frecuento poco las urgencias, la mayoria de las veces me atiende un médico extranjero que no conoce a mi hija y me la receta cosas para enfermedades que se que no padece o me da mal las dosis y tengo que llamar al 112 para ajustarlas.
    Prefiero ejercer de madre pesada con mi pediatra llamar a la enfermera y que me de cita o esperar a que él me llame por la noche y no me diga nada pero eso sólo la llamada me tranquiliza, quizás sea el acompañamiento lo que nos hace falta.
    Yo soy lega en el tema médico, mucho lo he ido aprendiendo sobre la marcha al final conoces a tu hijo lo suficiente como para diagnosticarle sóla lo que pasa es que en mi caso como son anginas tengo que recurrir al pediatra para que me recete el antibiótico sustancia tratada hoy en dia como la heroina. Pero bueno eso es otro tema.
    Hay madres pesadas pesadísimas, pero es lo que hay creo que os va en el sueldo, no sabemos de enfermedades y a lo mejor 39.5 grados de temperatura es un virus que se cura sólo, pero no somos médicos necesitamos que alguien nos lo diga.
    Yo trabajo transcribiendo legajos del siglo XV no me gusta el trato con gente en el trabajo, por eso prepare esa oposición, nadie del siglo XV va a venir a reclamar nada,simplemete a lo que iba a veces tienes la sensación de que molestas al pediatra, lo cual lo he dicho siempre fomenta la automedicación, antes de que el médico me diga tonta o casi le doy todo lo que se me ocurre en casa. O le tengo tosiendo un mes.Yo no pretendo que nadie lea documentación del XV de corrido que es muy sencillo y no miro raro cuando no entienden lo que pone, poneros un poco en nuestras carnes, y si en vez de un proceso virico es una infección de orina o una meningitis en vez de una gastroenteritis. Las madres tenemos muchas veces la cabeza muy caliente y siempre piensas lo peor.
    Quizás sólo necesitas que alguien te diga no tiene nada, a ser posible un pediatra.
    En fin después de este rollo, acabo siempre con la misma sensación. ¿ A los pediatras les molestan los niños y las madres?, ¿por que son pediatras? que se hubieran hecho urólogos que los señores de la próstata de 80 no van con sus mamás.
    Un saludo
    María

    Responder
  4. Anónimo dice

    03/12/2010 en 12:48

    Entiendo un poco a María y también a Amalia y no, no trabajo en ningún cuerpo diplomático. Es decir, creo que un bebé que no sabe decirte lo que le duele puede llegar a crearnos en ciertas ocasiones una angustia en la que necesitamos que un profesional nos traduzca lo que tiene o, por lo menos, nos confirme que no tiene nada. Creo que a veces nos pasamos los unos y los otros.
    Con mi hijo de 4 años me he pasado de lista, por no ir al médico he creído que unos moluscos en la espalda eran picaduras y le he tenido más de un mes así, no es grave, pero me siento mal por no haber sido un poco más "¿histérica?" y llevarle antes, no se ha quejado casi nada, la verdad, pero creo que me he pasado de lista.
    Con la nueva adquisición voy una vez al mes al pediatra (en una de estas ha visto los moluscos al mayor) y me ha comentado que el tema de las fiebres, por encima de 39 hasta el año… me recomienda ir a urgencias, con lo cual estoy un poco acongojada con el tema fiebre en el peque.
    Tengo una compañera que con la segunda y por no ir en valde a urgencias, cuando ha llegado le han dicho que la niña estaba un poco deshidratada, tenía fiebre y le han detectado otitis. ¿Se ha pasado de lista?…
    En resumen, paciencia por ambos lados, en el medio está la virtud pero… yo prefiero pecar de prudente y eso que llevo más de un año sin pisar urgencias… (tocaré la punta de madera del lápiz para no gafarme)
    Siento el rollo.
    Marta.

    Responder
  5. amaliaarce dice

    03/12/2010 en 15:35

    Por alusiones, a los pediatras no nos molestan los niños ni las madres, ¡faltaría más! El tema de los hiperfrecuentadores es muy complejo y justamente en esta entrada lo que intento es haceros ver que si tengo que elegir me pongo del lado de los niños. No es de recibo que un niño "sano" esté explorado constantemente, tratado innecesariamente y expuesto a exploraciones complementarias de forma contínua. No es lo mejor para él. Si hay que ir al médico, se va, pero ¿de verdad creéis que un niño de 3 años "sano" necesita 80 visitas en Urgencias? Yo creo que no, y me dan pena sus circunstancias. Quizá la madre debería profundizar en su problema (en el suyo, no en el de su hijo).

    Responder
  6. Pettro dice

    03/12/2010 en 21:15

    Yo la verdad es que no soy de las que llevan a la nena a urgencias o al pediatra sin más, pero me molesta encontrarme con medicos que me tratan como si fuera una de estas madres, no lo digo por ti, porque he entendido perfectamente lo que quieres decir en el post, pero asi como hay madres de todo tipo hay pediatras que no se cuando perdieron la ilusión por su trabajo…

    Responder
  7. PATRY dice

    03/12/2010 en 22:44

    jajajaja, que bueno. Enserio que hay quien no tiene nada mejor que hacer que ir a urgencias ??

    Que fuerte me parece.. luego no me extraña que se colapse..

    En fín.. si como diria mi abuela.. hay de todo en la vida del señor..

    Responder
  8. Susy dice

    04/12/2010 en 08:16

    Estoy plenamente de acuerdo contigo en el post de hoy.Alguna vez me ha tocado ir a urgencias con alguno de mis 4 hijos.
    Bien es verdad que la experiencia es un grado y he visitado menos veces urgencias con la pequeña que con el mayor,siendo que la primera es la que más lo podria necesitar.
    No me gusta ir a urgencias porque allí(en la sala de espera) te puedes encontrar con más de un virus bien desagradable.Y con mamas que se aburren en casa y llevan a sus niños para que jueguen a la videoconsola mientras esperan turno.(Como si un niño que se encuentra mal tuviera ganas de jugar)
    Así que si alguna de mis hijas tiene fiebre por la noche le doy el antitermico que me ha recomendado el pediatra (nunca hago probatinas)y espero hasta el día siguiente.Siempre miro el estado general y si no es malo espero un día para ver que pasa (a veces la fiebre se ha ido sola,igual que ha venido).
    En fin.Tiene que haber de todo ¿no? jejeje

    Responder
  9. Anónimo dice

    05/12/2010 en 11:04

    Pettro te voy a decir cuando esos pediatras perdieron la ilusión por su trabajo: cuando después de 6 años de carrera, 1 de MIR y 4 de especialidad acabaron en un trabajo que consiste en ver mocos-tos,mocos-fiebre, vómitos-mocos, tos-mocos-fiebre…y así multiples combinaciones pero todas ellas banalidades. Patología tan banal que cuando llevabas 1 mes (o una semana) del primer año de especialidad sabías ya resolver a la perfección desde el punto de vista médico (por supuesto no desde el punto de vista de los padres). Y encima después de estudiar tanto que venga un padre y te diga lo que TÚ tienes que hacer (RX, Antibiótico..) porque lo leyó en Internet o lo habló con Pepa la del tercero. Y lo peor es la dramatización de la patología que hacen los padres: que si el pobre está muy malo por los mocos y esto no puede seguir así que es que no puede más…Y yo pienso para mí, Señor/a a mí las enfermedades que me dan pena son las patologías agudas graves, los enfermeos crónicos, los niños oncológicos…pero lo siento, no me apena que su hijo tenga mocos.
    En fin, que de seguir así lo mismo van a seguir faltando pediatras porque es probable que muchos decidan dejar la pediatría y hacer una especialidad más gratificante.

    Responder
  10. carmen dice

    06/12/2010 en 23:11

    La culpa de la situación no es solo de los pacientes.
    Creo que nosotros debemos hacer también un análisis de lo que los médicos hemos transmitido a la sociedad.
    Todo se cura y todo es prevenible.
    La sensatez de las madres de hace años ha desaparecido. Ellas llevaban a su hijo al médico cuando creían que estaban enfermos, no cuando tenían cuatro mocos.
    Hemos potenciado la dependencia del médico. Tantas revisiones del niño sano hace pensar a las madres que ellas no son personas cualificadas para determinar que en su hijo falla algo, y lo cierto es que la mayoría de las veces son ellas las que detectan el problema.

    Responder
  11. Anónimo dice

    07/12/2010 en 12:28

    Yo como usuaria creo que tienes toda la razón. No hay que llevar a los niños al médico por un resfriado o una diarrea, sólo hay que acudir si van acompañados de signos alarmantes.
    Así nos van a poner un copago del que los responsables son los que mal utilizan la sanidad.
    Y como el 99% de los niños están como una pera, es insufrible para el que está malo de verdad estar en la sala de espera con los niños haciendo trastadas.

    Responder

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