
No sé si alguna de ellas, podría haberse imaginado hace 5 o 10 años escribiendo esas palabras. Porque naces psicológicamente como madre el día que tu hijo nace físicamente. Con lo cual en mi caso, tampoco hace tanto tiempo….Y sin embargo creo que nunca he aprendido tanto de ninguna materia (ni de medicina, ni de nada de nada) como en 6 años en esto de ser madre.
La maternidad lleva asociadas renuncias, claro que sí. Aunque sean voluntarias y sabidas de antemano, son renuncias al fin y al cabo. Desde renunciar a hacer una siesta en condiciones, a determinados caminos profesionales, a muchas pero que muchas cosas. Aceptarlo y además hacerlo con ilusión es un camino al que la mayoría de madres acabamos llegando.
Acabo de descubrir tu blog, dices verdades como puños. Me identifico contigo muchísimo.
Me quedo con esa última frase que has puesto. El otro día lo hablábamos mi mujer y yo. ¿nunca quisiste tener otros padres? Creo que alguna vez o varias, quise que mis padres se comportaran como otros, pero nunca que fueran otros.
Me ha gustado la imagen del artículo y ojalá algún día no nos resulte extraño ver algo así (que no digo yo que sea el mejor sitio para que pase el día un bebé, pero al menos está con su madre)
Me ha encantado tu entrada de hoy.
Tengo un enano de 2 años y medio y estoy recién embaracita de mi segundo hijo.
Aun lo estoy asumiendo y esta vez sí que soy consciente de verdad de todo a lo que voy a tener que renunciar, con el primero casi no te enteras y bueno, lo estoy asumiendo, estoy muy contenta pero a la vez con un miedo atroz a lo que se nos viene encima…
Un saludo y GRACIAS, tus palabras hoy me han animado mucho!
SARA
Cuántas cosas me sugieren tus palabras!! Acabo de tener a mi segundo hijo, el primero no llega a los dos años; justo cuando empezaba a tener algo más de tiempo para mí llega otro bebé que me necesita al 200% y de forma permanente. Hablas de renuncias pero también mencionas la ilusión… y tienes toda la razón. Reconozco que el segundo hijo la coge a una ya muy cambiada, después de ese nacimiento como madre al sostener al primer hijo en brazos por primera vez. Qué momento más magico, inolvidable e intenso!! Un hijo es algo tan importante que no tiene palabras; su nacimiento supone crecer mucho como persona, descubrir un lado oscuro que nunca antes quisimos ver hasta que el ser que más queremos en el mundo nos enfrenta a él porque queremos ser lo mejor. Su mejor ejemplo, su mejor compañía, la mano firme y confiada con la que camine por la vida SIEMPRE. Porque una será madre SIEMPRE, será lo más importante que haga en su vida y quiere hacerlo lo mejor que pueda y sepa. Puede que la madre que juzguemos los demás como inadecuada sea la mejor para su hijo, puede que ellos nos perdonen todo… y seguro que nosotras nos seguiremos juzgando, sintiendo la culpa por lo que no hicimos (aunque fuera porque no pudimos), por los errores que cometimos, por las carencias que tenemos, por miles y miles de momentos de bajón… Pero sea como sea un hijo nos cambia irremediablemente y nos enseña a querer sin condiciones, a sacar fuerzas de dónde no las hay, a pelear por ser mejor cada día, a querer de forma increíble. Vivo un momento de mucha intensidad, con dos hijos que me necesitan y me quieren con admiración. Pretendo vivirlo intensamente pero el cansancio y la falta de tiempo para dedicarles como me gustaría me hacen sentir algo agobiada. Leo esta entrada y la de Belén que también mencionas y recuerdo lo enamorada que estoy de mis hijos, siento otra vez que por ellos haré lo que haga falta porque no hay nada más importante para mí que verles felices, satisfechos con su vida. Tienes razón, el nacer como madre supone ser otra persona… mucho mejor.
Preciosa tu entrada de hoy.Me ha hecho darme cuenta de cosas en las que no habia ni pensado,jejeje.Vas renunciando a cosas tan poco a poco que ni te das cuenta de ello.
Yo me pregunto ¿cuando volveré a ducharme sola? sin ninguna de mis hijas a mi lado,jajajaja,o simplemente ir al cuarto de baño sin custodia,jajajjaja.
Adoro a mis hijos y ser madre es lo mejor que me ha pasado en la vida.Todos mis hijos (4) han sido deseados.Ya siendo niña, cuando me preguntaban que quería ser de mayor mi respuesta era -Quiero ser madre- jajajajaja.
Asi que hoy por hoy puedo decir a viva voz-SOY LA MUJER MAS FELIZ DEL MUNDO-
Besinos
Lindo, doctora
Gracias por tu mención Amalia. Te aseguro que hace 10 años era una persona muy distinta a la que soy ahora, ni mejor, ni peor, distinta. La maternidad me ha enseñado mucho, he evolucionado como persona, como mujer. Y espero seguir haciéndolo porque cada día es un nuevo reto que enfrentar, cada día hay algo nuevo que aprender, cada día mi hijo me brinda un mundo nuevo que descubrir, un mundo que veo a través de sus ojos inquietos y descubridores.
Ay! Amalia, gracias por la mención y por este precioso (preciosísimo) post.
Me ha emocionado… me han gustado especialmente 2 ideas: "naces psicológicamente como madre el día que tu hijo nace físicamente" (aunque también es verdad que creces como mamá a medida qeu crecen tus hijos) y sobre todo: "incluso la que pienses que puede ser la peor madre del mundo, es la mejor para sus hijos."
Pues sí, un hijo cambia la vida, y me gusta pensar que siempre para bien (a pesar de las noches sin dormir, las preocupaciones y de dejar de ser esa mujer que habías logrado llegar a ser (casi siempre con mucho esfuerzo)… y que ahora es simplemente MAMÁ (qué bien suena en boca de nuestros niños, eh?)…
Besos