Dra. Amalia Arce

Diario de una mamá pediatra

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Enfermedad y sentimiento de culpa

22/12/2009 por Amalia Arce 12 comentarios

Este último fin de semana he estado de guardia. Desde que he pasado a ser uno de los responsable de las guardias, hago menos fines de semana, pero cuando me toca son súper intensos: sábado todo el día, domingo todo el día y las respectivas noches en casa pero localizable por si hay algún follón. La verdad es que estoy reventada aunque satisfecha porque el trabajo creo que se hizo bien, incluso en el caso de un niño grave.

El domingo tuve en 3 ocasiones la oportunidad de fijarme en cómo el hecho de ser padre o madre y tener que cuidar a un niño 24 horas al día, hace que en determinadas situaciones uno se sienta culpable cuando ocurren accidentes o cuando aparecen enfermedades. A mí no me gusta echar hierro al asunto, incluso en padres que han sido algo irresponsables, porque los accidentes son accidentes y las enfermedades a veces van a su rollo independientemente de lo que hagamos médicos y padres (y si las cosas tienen que ir mal dadas…es como una lotería).
Tres ejemplos el domingo.
El primero era un niño de unos 4 años. Al lado de mi hospital hay un pista de hielo donde se puede patinar y que tiene una gran afluencia de público. De allí de vez en cuando nos viene algún crío que se ha caído y se ha contusionado algún miembro. El caso del niño era un poco más serio. Iba con su padre y un hermano más pequeño. El pequeño se cayó y el padre lo fue a recoger y entre medio se cayó el mayor con la mala fortuna que el padre pasó con el patín por encima de su dedo meñique provocando una amputación de parte del pulpejo, que incluía incluso un trozo de hueso de la última falange. Una herida espeluznante. Imaginaos el sentimiento de culpa del pobre señor y sus ojos llorosos mientras se curaba al niño.
El segundo caso fue un niño deshidratado que había perdido aproximadamente un 10% de su peso. La madre venía llorando porque sentía que había «desobedecido» al médico que atendió dos días antes al niño por el mismo problema y que le indicó suspender la alimentación unas horas y dar sólo suero oral. La madre se guió por su sentido común de forma muy acertada y como el niño le pedía comer, le dió (que es lo que hay que hacer) pero como no era lo que le habían dicho, pensaba que el niño había llegado en tan malas condiciones por su culpa. Cuando el culpable de todo ello es un virus, probablemente el rotavirus. La madre estaba muy angustiada y lloraba como una magdalena.
El tercer caso fue el de mi paciente más grave. Una meningitis por neumococo en un lactante de 6 meses que tuvimos que trasladar a la UCI. Una vez estabilizado y cuando ya estaban los médicos del SEM que se lo iban a llevar, me detuve a hablar con los padres sobre el diagnóstico probable y las implicaciones que ello tenía. La madre no dejaba de preguntarme que de dónde salía la infección y si alguno de ellos se lo podía haber pasado al bebé. Esta familia fue la que me dió más pena pues en realidad era la que más motivo tenía para llorar: la vida del niño estaba en peligro verdadero.
En los 3 casos lógicamente consolé a las familias, e intenté descargar el sentimiento de culpa. Pues ya es bastante duro ver enfermo o ver sufrir a un hijo como para encima cargar con la sensación de que lo que le ocurre es por tu culpa. En el primer caso fue claramente un accidente y en los otros dos casos, enfermedades cuya evolución es difícilmente predecible y que no siempre se pueden diagnosticar precozmente.
También se sienten muy culpables los padres cuyos hijos recién nacidos o lactantes muy pequeños cogen una bronquiolitis. Piensan que no lo han protegido suficiente de los mocos ajenos y propios, algo que a veces es muy complicado sobretodo en casas donde hay otros hermanos «mayores» que van a guardería.
Estos sentimiento de culpa y de responsabilidad pienso que van muy ligados al significado que tienen los niños y la paternidad en los tiempos que corren. Los padres tenemos que ser perfectos, así nos lo exigimos nosotros mismos y nos lo exige de alguna manera la sociedad. La infancia es un bien muy preciado. Y los adultos a la mínima, parece que caigamos en falta.
Sobre el sentimiento de culpa ante accidentes aquí tenéis una experiencia narrada en primera persona en uno de mis blogs amigos. ¿Vosotros también os sentís culpables ante las enfermedades o los accidentes de vuestros hijos?

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Archivado en: En la consulta del pediatra Etiquetado como: accidentes infantiles, bronquiolitis, culpa, deshidratación, fin de semana, guardia, herida, meningitis, neumococo, paternidad, rotavirus, Unidad de Cuidados Intensivos

Comentarios

  1. Esther dice

    22/12/2009 en 06:42

    Pablo hasta ahora solo ha tenido un poquito de fiebre despues de ponerle la vacuna de los dos meses, asi que de momento no lo se, pero las tres historias que cuentas son muy descriptivas.

    Precisamente ahora estamos con el tema de ponerle o no la vacuna esta del prevenar, en el cap solo me han dicho que si quiero mas informacion que mire en internet (luego se quejan de que la gente va de listilla, que tambien es cierto) es un paston la vacuna pero claro, si le pasa algo…

    Responder
  2. marta dice

    22/12/2009 en 07:36

    Yo sí que me siento culpable, porque piensas que no lo has abrigado bien o que le has sacado con demasiado frío… yo que sé. Y ya si se curan, están bien, les llevas al cole porque en casa se tiran por las paredes y vuelven a caer, supongo que porque a nivel defensas están flojos, el cargo de conciencia es mayúsculo y la charla de mi madre y mi marido… porque como al final la última decisión de ir o no al cole la tomo yo, en caso de discrepancias, pues… yo tengo la culpa, culpita.

    Responder
  3. lobo dice

    22/12/2009 en 08:51

    Supongo que es inevitable sentirse culpable cuando al bebé que está a tu cuidado le pasa algo, aunque te repitas mil veces que los accidentes pasan. Por eso yo siempre he sido muy reticente a "quedarme" al cuidado de menores e incluso de cogerles en brazos. Quizás sea un poco exagerado y no tenga demasiao sentido pero era algo que me da pánico.
    Un saludo

    Responder
  4. Diego P. Castro dice

    22/12/2009 en 08:52

    Yo seguro que me sentiría culpable. Hasta ahora Roi no ha tenido nada grave. Cuando tiene una de sus otitis recurrentes siempre pienso: si le hubiese limpiado mejor el oído…
    Espero que estos casos se resolviesen lo mejor posible. Los padres siempre tenemos ese sentimiento de "a lo mejor podría haber hecho más". Y supongo que en el caso de los médicos ese sentimiento también aflora al tratar casos de más gravedad. Espero que tengas tus mecanismos para afrontarlo.
    Atentamente:
    Aia.

    Responder
  5. malglam dice

    22/12/2009 en 14:34

    Qué te voy a contar de culpable, que no he podido contener las lágrimas leyendo el post… Últimamente ando algo sensible, porque a mi niña le ha da dado por no comer y está baja de peso y creo que es culpa mía, por no saber atenderla como ella necesita.

    Responder
  6. Chelo dice

    22/12/2009 en 15:06

    yo a veces si me siento culpable, no lo puedo evirar, piensas que lo has abrigado poco, o mucho o que no le deberías haber dejado comer esto o aquello, al final todos buscamos un porqué y cuesta asumir que la salud (en general) de tus hijos no depende exclusivamente de ti…
    genial post, me ha encantado Amalia
    Me marcho unos días, te leeré en el móvil pero no me podré escribir por unos días, feliz navidad!!!

    Responder
  7. belen dice

    22/12/2009 en 16:13

    La culpabilidad es un sentimiento que creo viene en el mismo paquete que tu hijo cuando llega a este mundo. Los padres tendemos a sentirnos culpables por todo lo que le pueda pasar al niño, o por no saber actuar.
    En mi caso mi hijo tuvo que ingresar con 5 días de vida debido a una hemorragia intraventricular, que requirió a los pocos días pasar por el quirófano. Pues me sentí culpable por si durante el embarazo yo había hecho algo. Tuve que tomar una medicación pues tenía peligro de parto prematuro (perdí otro con 24 semanas, y con este estuve en reposo desde la semana 20), y siempre he sentido cierta culpa. Definitivamente pienso que la maternidad y la culpabilidad van de la mano. Y creo que sobra decir que todos los padres…. o mejor dicho casi todos hacemos siempre lo que creemos mejor para nuestros hijos.

    Responder
  8. amaliaarce dice

    22/12/2009 en 21:34

    Vaya, cuánta culpabilidad por ahí escondida! Espero que el 2010 nos haga la paternidad/maternidad más llevadera!
    Un saludo a todos!

    Responder
  9. MissManjolita dice

    23/12/2009 en 10:07

    a veces me siento culpable cuando veo q la mini se pone mala, y otras, cuando me parece q se esta poniendo mala, pienso q soy una paranoica y q seguro q no le pasa nada..

    con los accidentes, los llevo bien, pq hasta ahra no hemostenido mas q coscorrones mas o menos fuertes… eso si, su padre lo pasa peor el pobre,,,ejejjeje

    Responder
  10. Mª Angeles dice

    23/12/2009 en 13:42

    Es que tremendo sufrimiento es el de ser padres, el de ver a nuestros pequeños tan indefensos ante la enfermedad, y esas pobres madres, que ponemos la venda antes que la herida, pensando en lo peor. Afortunadamente siempre exageramos y los pequeños se recuperan rápidamente. Para los que aún necesitan hospitalización, les envío un beso energético volador, para que se recuperen prontito, y sus padres puedan sentirses felices por estar en casita juntos.
    Amalia, una vez más me has emocionado con tus palabras. Que suerte tienen en tu hospital de contar con una profesional tan humana y buena como tú. Felicidades por ser como eres.

    Responder
  11. muermi king dice

    24/12/2009 en 22:17

    Amalia, esto ya empieza a cansar de que siempre des en el clavo 😉 Es que te leo y parece que seamos transparentes porque no fallas una. Efectivamente, el sentimiento de culpa está siempre ahí, esperando para salir en cuanto a los pequeños les pasa cualquier cosa por leve que sea (y la bronquiolitis se llevó el number one del sentimiento de culpa).
    Espero que no haya padres que tengan que tener este sentimiento de culpa como mínimo en estas fechas así que Feliz Navidad y Próspero Año 2010 para Amalia&co.

    Responder
  12. amaliaarce dice

    25/12/2009 en 01:08

    M. Angeles y Muermi, qué comentarios tan bonitos me hacéis…
    La verdad es que mi intuición y mi interés social, así como la experiencia personal como madre, hacen que seáis "transparentes", jeje
    Un saludo y felices fiestas de nuevo

    Responder

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