En este final de estación me siento realmente cansada. El trabajo en Urgencias en invierno es duro, las visitas se multiplican a expensas de la patología respiratoria y los virus más prevalentes en esta época del año. Aunque el día a día es de locura, sin duda lo que resulta más extenuante es la noche. Conforme van pasando los años, el trabajo nocturno me resulta más agotador. Supongo que el tener dos niñas pequeñas hace que no se pueda descansar lo necesario antes y después de las guardias. De todas formas siempre he pertenecido al grupo de los que se «perjudican» bastante con el poco y el mal dormir. He compartido noches de trabajo con algunas personas que lo llevan francamente bien, aunque supongo que con los años a todo el mundo le acaba pesando, y por eso es escaso el personal que se jubila en turnos nocturnos.

hola acabo de llegar a este blog por casualidad y me ha encantado.
este post especialmente me ha llegado hondo ya que yo soy trabajadora del turno de noche de una fábrica y llevo en este turno 9 años..desde luego cuesta hacerse a los horarios.pero desde que he sido madre hace 2 años y medio me he dado cuenta que me cuesta muchisimo mas llevar mi ritmo.
un abrazo
Gracias por tu comentario y bienvenida al blog! Con los niños los horarios nocturnos son mucho más complicados, porque cuando te vas a trabajar es cuando tras una jornada agotadora estás para dejarte caer en el sofá….Eso sin contar los días en los que al salir no puedes dormir porque están malitos, etc. Un chollo, vamos. De todas formas, eres una súper campeona por llevar 9 años!!Y por cierto, haces una fotos preciosas.
Gracias de nuevo, recibe un abrazo
Interesante blog ^^
Lo encontré de casualidad, haciendo mi tarea XD
Gracias por la información, me haré seguidora jeje