La parte fundamental del estudio es la valoración neuropsicológica de los chavales. El estudio se complementa por una parte con unos cuestionarios que contestan los padres (sobre factores socio-económicos y demográficos, control del embarazo y conducta del niño) y por otra parte con otros cuestionarios sobre comportamiento que hacemos llegar a los profesores con una carta explicativa del estudio. Hace unos días me llamó la mamá de uno de los primeros niños que evaluamos. Estaba muy indignada porque en el colegio se han negado a rellenar los cuestionarios. Los cuestionarios no precisan más de 15 minutos de tiempo y me sorprende que un profesorado implicado en el aprendizaje de los niños no pueda «perder» el tiempo en un estudio cuyo área de interés está tan relacionada con su labor. Incluso el caso ha llegado a la dirección del colegio, que ha reafirmado la negatividad a rellenarlo, argumentando que si todos los niños llevaran un cuestionario similar supondría una sobrecarga muy importante del profesorado…..Vaya, poquitas ganas de colaborar. Aunque me quedo con los muchos maestros que colaboran en éste y otros proyectos y que a su vez son modelos y fuentes de transmisión de cultura para nuestros hijos, y que merecen nuestro apoyo por una labor no siempre bien reconocida.
Pobrecita mi niña…cada paso toda una odisea…bueno…tranqui…ya queda menos. ANIMOS!!!!
Hombre, no sé los motivos ni como era el cuestionario, pero desde que empecé a trabajar hace quince años, los médicos dan charlas sobre la espalda, convocan a la clase de 1º y 5º al reconocimiento médico y se acercan al colegio a poner las vacunas pertinentes. Una vez en un pueblo me dieron las dos y media con quince niños de seis años en la consulta del médico, fuera ya de mi horario lectivo, y todo para que el susodicho diera carpetazo a sus expedientes, todos a la vez. Sobra decir que nadie me dio ni las gracias.
No deja de ser un favor que hace el colegio, noe s obligación del profesorado llevar a los niños a la consulta del médico, dicha obligacón es de sus padres. Luego tras la vacuna, siempre se marean dos o tres niños, y se nos qeuda el marrón a nosotros, los profesores, que no sabemos ir más allá de ponerles las piernas en alto y darles aire (no hemos estudiado Medicina). A todo esto, se pierde una buena parte de la mañana, pérdida que luego tenemos que recuperar nosotros como podamos.
Esto no es una crítica, simplemente digo que en los centros escolares estamos trabajando en la enseñanza, todas las cosas ajenas a ella supone un esfuerzo añadido al profesorado, cosa que muy pocas veces se valora y agradece en su medida.